"Recuerda, yo estoy siempre a la puerta y llamo, si alguno escucha mi llamado y abre la puerta, estaré y cenaré con él y él conmigo"

domingo, 23 de diciembre de 2012

Navidad, la certeza de que tras las semanas más oscuras volverán los días luminosos


.



Tiempo para estar unidos con quienes nos hicieron felices y que ahora, bajo una enfermedad cruel, perdieron hasta la capacidad de añorar esos instantes llenos de ternura y risas.








Siempre he sido una de esas personas que cuando ve los primeros síntomas de que se acerca la Navidad va perdiendo años a medida que se aproximan las fiestas. Me gustan estos días y mi memoria está llena de muchos momentos entrañables: de los enormes nacimientos que nos montaba el abuelo, con todos los materiales que a partir de octubre nos iba pidiendo a la pandilla de nietos. "Chicos, necesito musgo y piedrecitas pequeñas, ¡ah! Y un par de troncos para hacer árboles".

¡Como nos esforzábamos por localizar todo lo que nos iba pidiendo! ¡Y como disfrutábamos el día de la “apertura de la puerta”! Porque nos montaba el belén en una habitación reservada para ello, nadie entraba allí mientras duraban los trabajos y el domingo anterior a Nochebuena todos los nietos asistíamos asombrados al espectáculo que nos esperaba detrás de la puerta.

¿Cómo olvidar el río que corría, el molino que giraba y las hogueras de los pastores que chisporroteaban bajo un cielo estrellado de papel?.

Crecimos los nietos y él se fue poniendo mayor, un buen año ya no hubo nacimiento…pero la semilla que plantó en todos nosotros, y antes de eso en sus propios hijos, germinó. Ya todos estamos “creciditos” y aún así, es oír un villancico, oler unas castañas asadas o descubrir una pieza nueva para el árbol de Navidad y volver a recuperar, en un instante, toda la magia que había detrás de aquella puerta.

Luego llegó el momento de organizar los calendarios, nos íbamos emparejando y había que planificar “donde nos toca este año”. Un año en Nochebuena y el siguiente en Navidad con la familia de cada uno. Cambió el ritual, pero se mantuvieron la ilusión, las ganas de festejar, de reunirnos. Y la casa de encuentro dejó de ser la de los abuelos y pasó a ser la de nuestros padres.
Seguíamos las tradiciones: "¡Que no falte el cordero al horno ni el buen marisco!...y el tío Julio que se ocupe de preparar la “cascaruja”. Y los Reyes mantenían su fecha de llegada: el día 5. Había que estar en la casa familiar el 6, sobre las 12, y abrir los regalos buscados con mimo, en ocasiones semanas antes, guardados en los fondos de los armarios, -¡tiene que ser sorpresa!-.

Empezaron a nacer los peques de la familia y hubo adaptaciones. Los Reyes Magos fueron sustituidos por Santa Claus,- que llega el 24 y permite que los niños tengan más tiempo para jugar antes de volver al cole-. Aunque nunca se fueron del todo sus Majestades, siempre había algo inesperado la mañana de Reyes… y sobre todo ¡que no se te olvide el agua para los camellos…y unas galletas, que vendrán con hambre!.

El belén compartió espacio y protagonismo con el árbol de Navidad. Nos íbamos “internacionalizando” y tradiciones de otras tierras se fundían con las nuestras. Fue la época de ver las fiestas a través de los ojos de nuestros hijos, de instaurar nuevos rituales: la cabalgata de Reyes y el chocolate de después, la tarde de merienda con los abuelos para que nosotros, los padres, pudiéramos ir de compras, y los niños convertidos en mensajeros de Santa, encargados de entregar los regalos, disfrutando de su papel de repartidores.
Para entonces los villancicos a coro habían sido desplazados por CDs navideños…aunque, ¡eso sí!, seguidos con entusiasmo (¡a veces hasta afinábamos!) por todos.

Si miro hacia atrás, -y en estos días en que se notan tanto las ausencias no puedo dejar de hacerlo-, veo los días de Navidad de mi vida como una secuencia de luces brillantes y cálidas; de momentos en los que el milagro de la Paz parecía posible; de instantes llenos de ternura, de solidaridad, de risas; de días de celebración del afecto, de la familia.

Independientemente de las creencias personales para mi la Navidad es el recordatorio de que después de las semanas más oscuras del año volverán los días luminosos. Es la promesa de un año nuevo lleno de expectativas, proyectos y sueños. Y sigo queriendo creer que, al menos en estas fechas, un trocito de cada uno de nosotros se vuelve mejor persona…¡Ojala el efecto nos dure mucho tiempo!

Os deseo a todos unas fiestas llenas de luz fuera y, sobre todo, dentro de cada uno. Y que 2013 no os traiga nada a lo que no podáis encontrar algo positivo. ¡Feliz Navidad!


DEDICADO A QUIENES NO PUEDEN RECORDAR

Ana Romaz / Actualizado 22 diciembre 2012




.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Photobucket

Esta noche Nochebuena y mañana Navidad....




Me sigue gustando la propuesta de Olvido....

"""cuando el estruendo de la pirotécnia,

las sirenas de la ciudad,

los saludos de "Feliz Navidad",

te avisen que es Noche Buena,

mira al cielo…

busca la estrella más grande,

allí será nuestro punto de encuentro.

Tú, yo y todos los que deseen,

nos daremos un abrazo virtual

para unirnos en un solo deseo:

“Paz y Amor para este mundo”.

Todos están invitados.

Y aunque no pueda ser a la misma hora,

nuestra estrella brillará allí,

junto a la de todos,

unidos en ese cálido abrazo

que expresará nuestro corazón.

Los espero!!!"""

Espero que todos estemos alli...


Los seres queridos que pasaron por nuestra vida

seguramente esta noche nos acompañarán

y esperarán una sonrisa

elevada al cielo en su nombre.

A los presentes y a los ausentes

os deseo ....


JESÚS NACIÓ POR AMOR

Mis mejores deseos para Navidad y año nuevo --Happy Christmas

BLANCA NAVIDAD

Have Yourself A Merry Little Christmas - Coldplay

Merry Christmas

Intercambio de Christmas Navideños

marucha2007's album

Photobucket

Un abrazo para ti en Navidad